El 8º Simposio Empresas con Rostro Humano fija la felicidad en las empresas como propósito final, por encima del dinero

El paradigma clásico del siglo XX de la empresa, desde el punto de vista práctico, es un modelo que va quedando atrás. Las organizaciones ya no se fijan únicamente en los shareholders (accionistas), sino que hablan de los stakeholders (grupos de interés), y el fin último de las compañías ya no es ganar dinero, sino la felicidad, poniendo en el centro de la organización a las personas. El mundo empresarial está cambiando y el propósito corporativo es uno de los responsables de ello. Esta es una de las grandes conclusiones recogidas tras las intervenciones de los más de cuarenta ponentes que participaron en el 8.º Simposio Empresas con Rostro Humano que tuvo lugar el pasado viernes, 22 de abril de 2022, en UIC Barcelona, organizado por la Cátedra Dirección por Misiones y Propósito Corporativo y la Fundación DPMC.

En esta octava edición del evento, bajo el título “Transformando el mundo empresarial a través del propósito”, decenas de empresas compartieron sus impresiones sobre la idea de propósito empresarial, sobre cómo implementarlo de manera efectiva en sus organizaciones a través de la dirección por misiones, y debatieron sobre si el propósito es una moda o una tendencia.

Ponentes como Joan Fontrodona y Govert Vroom, del IESE; Maria Fernández Capo, de UIC Barcelona, o Charles Wookey, de Blueprint for Business, remarcaron la idea de que con el propósito nos encontramos ante una necesidad real en el mundo corporativo, una tendencia humana e incluso ante la finalidad última de la empresa. “Necesitamos el propósito por ser un win-win, por cubrir las necesidades y las expectativas de la sociedad y por una obligación moral de los directivos y de la compañía”, según afirmó Govert Vroom, del IESE, en su discurso. “Quién no haya estado hasta ahora reflexionando sobre el propósito o simplemente haya asumido que era solo ganar dinero, necesita cambiar y empezar a entender el papel de empresa de una forma diferente”, asegura, por su parte, Carlos Rey.

Durante todo el acto, los ponentes remarcaron la importancia de poner a las personas en el foco central de las empresas, defendiendo incluso la tesis de que solo aquellas empresas que tengan un impacto positivo en la sociedad deberían obtener beneficios. En esa línea, también se habló sobre la creación de valor para los stakeholders como elemento intangible que está obligando a las empresas a transformarse de forma urgente, puesto que la capacidad de diferenciación se ve amenazada en el mercado actual.

El simposio finalizó con la ponencia de Pablo Cardona, de UNIR, que compartió con los asistentes su visión del liderazgo en la era digital y los cambios que se están produciendo en la forma de dirigir las compañías actualmente, y con las intervenciones de Imad Younis, de Alpha Omega, y de Jordi Bolea, de Teknics, las dos empresas patrocinadoras del evento.