Una empresa tiene que obtener beneficios. Si no lo hace de una forma sostenida, no sobrevivirá, a menos que el propietario (privado o público) la mantenga de forma artificial.

Equipos con un alto nivel de unidad estarán mejor preparados para hacer frente a los retos o a las situaciones cambiantes que requieren de un compromiso entre sus miembros. Una baja unidad en el equipo no ayudará a la compañía a hacer frente de forma colectiva a estos retos.

En DPMC buscamos la generación de una cultura enfocada a conseguir la unidad y el beneficio simultáneamente.

Una interpretación engañosa del binomino unidad/beneficio sería pensar que siempre los empleados comprometidos terminarán generando los mejores resultados, cuando esto no se cumplirá si estos empleados no estan aplicando las estrategias correctas y/o no tienen las habilidades adecuadas.

Otra interpretación errónea, en el otro extremo, es que la empresa sobrevivirá al generar las mejores estrategias independientemente de la unidad que genere entre sus trabajadores.

Ante desafíos estructurales, de beneficios o de retos de la competencia, estas situaciones solo se podrán superar con altos niveles de unidad en la empresa y con las estrategias adecuadas que lo acompañen.